País Vasco, España
Dime; ¿quién eres tú?
San Sebastián se ubica en el País Vasco, sobre el Golfo de Vizcaya, en la parte occidental de Europa, y se encuentra al norte de España.
Como en las fronteras, el alma de la región de Guipúzcoa late fuerte y constante, con carácter. La identidad de esta ciudad, bañada por acantilados y pequeñas bahías, es latina, aún muy cerca de Bretaña. Esto se observa en su gastronomía, encumbrada por 16 estrellas Michelin, una muestra del esfuerzo y dedicación de sus cocineros, grandes maestros. Pero, sobre todo, es su pasión por hacer trascender su ciudad en un platillo o pincho de mariscos, como el pulpo, ensalzado en sus tradiciones. “Detente un instante y habla claro... como solo sabes tú". Su cocina vasca impulsa los vinos jóvenes de La Rioja, que se consumen en esta región vasca.
Radiante, porque sus calles alrededor del teatro y la playa no dan un espacio para desperdiciar una visita, una tarde al sol o un reventón en el casco viejo siempre fresca. Hermosa y simple a la vez, es la primera panorámica que logro sacar al llegar a San Sebastián, como le llaman de cariño sus residentes y asiduos visitantes, pero es solo la primera foto, porque hay mucho más. Como su teatro, que ofrece ópera y donde es posible ver pasar en su terraza la destreza humana. "Mil excusas me he inventado hoy".
Por algo, la aventura que es recorrer sus calles de una arquitectura sofisticada, que ha sido renovada después del gran incendio en 1887, donde solo quedaron algunos edificios y casas en el casco viejo y donde se refugiaban los enemigos invasores. Ahora, esta antigua calle es llamada Trinidad (31 de agosto) y queda como seña histórica de estos acontecimientos. Puede que seas tú... tan solo tú.
Delicia, porque su tortilla de patatas es realmente única y premiada por su combinación de jugo y pimientos verdes. Muestra la sencillez y la creatividad de quienes se consideran "artistas de la cocina", como su gran chef Azrak, un científico y creador de espumas y estrellitas con pulpos y pan, promotor de la cultura donostiarra, como se les nombra a los habitantes locales. “Abro bien los brazos... te recibo aquí, pero un sueño me lleva lejos".
A la vista, un complejo desarrollo arquitectónico moderno es lo que hay. Es la arquitectura que algunos resentidos llaman "de corte francés y aburguesado" por la influencia que, por obvias razones geográficas, tienen los creadores en la vecina Francia, que está a solo 200 km.
Interesante, porque siendo una ciudad próspera, fue elegida por los reyes de la época para ser un fuerte naval en el que diera batalla a los que pretendían invadir, algo que lograron con honor y victoria durante aproximadamente 200 años. Alrededor de 1600 fue que, por fin, fue formalmente nombrada Ciudad de San Sebastián, aunque aún tuvo que enfrentar revueltas internas hasta el fin del inolvidable franquismo. "... Son excusas, son evasivas...".
Aunque la ciudad fue fundada por "Sancho el Sabio" en 1180, impulsando el puerto, fue en 1887 cuando la Reina María Cristina, recién viuda, decide ubicar su lugar de veraneo en el Palacio de Miramar, en San Sebastián. Algo que dio impulso para siempre y hasta su muerte a la ciudad, que la nombró alcaldesa honoraria. "Pues tal vez... tenemos que crecer aún...".
Iniciando así su Bella Época, el lugar resplandece siendo sede de la gente bien, dicen... rica, que la frecuentaba, como el banquero de la época o el pintor de moda. Durante el franquismo, sobrevivieron al personaje cruel desde 1940, que la nombró su "ciudad" de veraneo para pasar ahí todos los agostos hasta su feliz muerte en 1975, y donde también aprovechaba para hacer sus congresitos de discusión.
La icónica Bahía de La Concha, con vistas preciosas, tiene miradores que, desde la punta de una montaña, te gritan: ¡vuelve! Sus comerciantes han impulsado y gestionado, con el gobierno (con ese carácter que les ha dado fama de duros), una ciudad funcional y próspera hasta hoy, con el arte en todas sus formas, como el respetado "Festival de Cine de San Sebastián", creado en 1954.
Semillero de sonrientes seres, algo palpable este domingo en el andar de niños con bicicleta y sus padres... y la playa llena. "Como te querré...".
Tomar el pulso de San Sebastián es sentir un corazón constante, sin miedo al futuro. Su trabajo diario los hace, porque consumen lo propio en Guipúzcoa, lugar de seres muy vivos con una historia importante sobre el Golfo de Vizcaya.
@rosauraric