10 datos curiosos de los gatos

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  1. «Gatos de alto vuelo»: el increíble sentido del equilibrio. Los gatos tienen un oído interno excepcionalmente desarrollado que les permite orientarse y corregir su posición en el aire, una habilidad que se conoce como el «reflejo de enderezamiento». Gracias a esto, pueden caer de grandes alturas y, en muchos casos, sobrevivir. Este fenómeno ha sido estudiado por científicos y ha dado lugar a la teoría del «paracaidista felino».
  2. El ronroneo: más que una muestra de afecto. Aunque a menudo se asocia con la felicidad, los gatos también ronronean cuando están heridos, estresados o dando a luz. Los científicos sugieren que el ronroneo, con una frecuencia de 25 a 150 hercios, podría tener propiedades curativas, ayudando a sanar huesos, tendones y músculos, un tipo de autoterapia sonora.
  3. No todos los gatos son «sociales»: su vida secreta. A diferencia de los perros, que descienden de lobos que vivían en manadas, los gatos tienen ancestros que eran cazadores solitarios. Esta herencia explica por qué muchos gatos son más independientes y a menudo se les ve como «antisociales». No es falta de cariño, es un rasgo evolutivo.
  4. «Borrachos de hierba gatera»: la ciencia de una reacción extraña. La hierba gatera (nepeta cataria) contiene un compuesto químico llamado nepetalactona. Cuando un gato lo inhala, imita las feromonas de un gato en celo, lo que provoca comportamientos de euforia, como rodar, frotarse o maullar. Aproximadamente el 50 % de los gatos no tienen la genética para reaccionar a esta planta.
  5. ¿El «gato de Schrödinger» era negro? Se ha demostrado que el color del pelaje de un gato puede influir en la percepción de su personalidad. Un estudio de la Universidad de California, Berkeley, reveló que los dueños de gatos asocian ciertos rasgos con el color de su mascota: los gatos blancos son vistos como más tranquilos y los naranjas como más amigables, mientras que los gatos negros son a menudo considerados misteriosos y, a veces, desafortunados, un estereotipo que data de la Edad Media.
  6. «El pulgar de la pata»: la huella dactilar de un gato. La nariz de un gato es tan única como las huellas dactilares de un humano. Cada gato tiene un patrón de crestas y texturas distintivo en la nariz, lo que podría usarse en el futuro como un sistema de identificación infalible.
  7. El «efecto boomerang»: por qué los gatos regresan a casa. Se han documentado casos extraordinarios de gatos que han viajado cientos de kilómetros para volver a su hogar. Aunque la ciencia aún no lo entiende completamente, se cree que los gatos pueden usar el campo magnético de la Tierra como una especie de brújula interna, un fenómeno conocido como «psicocinesia felina» o «instinto de regreso».
  8. El «efecto de caja»: el misterio de la atracción felina. Los gatos se sienten irresistiblemente atraídos por las cajas y otros espacios pequeños. Los científicos creen que esto se debe a que las cajas les proporcionan una sensación de seguridad y control, aliviando el estrés. Actúan como refugios temporales donde pueden observar su entorno sin ser vistos.
  9. ¿Por qué un gato «amasa»? Este comportamiento, conocido como «kneading», es un remanente del tiempo en que eran cachorros. Al presionar las patas contra su madre, estimulaban la producción de leche. Los gatos adultos continúan haciendo esto cuando se sienten felices o seguros, demostrando que te consideran parte de su familia extendida.
  10. La «comunicación silenciosa»: el lenguaje oculto de los gatos. Los gatos usan una variedad de vocalizaciones para comunicarse, pero sus principales herramientas son las señales corporales. La posición de la cola, la dirección de las orejas y el tamaño de las pupilas pueden revelar un estado de ánimo o una intención. Un gato con la cola erguida es un gato feliz, mientras que las orejas aplanadas indican miedo o agresión.

Les presentamos a Kike, el mejor amigo de Kioto, editor