La puerta espiritual de Francia
“Ella es para mí la estrella la que ilumina mi senda”
Situada en el Parque Nacional de los Pirineos, en un paraje de singular belleza natural a explorar, Lourdes se eleva como un sitio de peregrinación de la fe cristiana con millones de visitas al año, su carácter de centro de devoción representa un atractivo religioso y espiritual; sin embargo, las localidades aledañas son en sí naturaleza viva, aguas termales y nieve en estos días, que permite realizar excursiones por los pirineos franceses como un acto espiritual adicional.
El ambiente es casi “fantasma” en esta época de epidemias. Llegar en tren o auto es lo más práctico, la ciudad esta muy bien comunicada por carreteras excelentes.
Este es un espacio ecológico protegido con lagos de aguas termales descubiertas por los romanos que llega al Lago de Gaube o Valle de Lutour.
Lourdes en occitano es una ciudad francesa, situada en los Altos Pirineos bañada por el río Pau donde las visiones de María tuvieron lugar en el siglo 19, para lo cual la iglesia católica organizo peregrinajes, iniciando así lo que hoy conocemos como turismo religioso.
Lourdes es un Santuario Espiritual a la fe del pueblo de Lulú. Sus calles en redondo y montaña son solitarias y tranquilas, sencillas…
Vamos llegando a la Basílica con una estrella allá arriba. Puerta de la Luz y Puerta de la Vida es la opción al llegar, vamos por la de la vida, pues viene la estrella que me ilumina.
Un sitio lleno de color que me parece obra de Van Gogh, de arquitectura medieval, musulmana y cristiana, me parece, con las pinturas de las escenas de la vida de Jesús y sin Cristo crucificado, pues la anfitriona es la señora de Lourdes con esa banda en la cintura azul metálico, futurista y cotidiano.
Celebrar el fin de año entre los pocos nativos lourdais es cantar y sentirlos felices por encontrar por fin un lugar en su catedral, siempre saturada de gente por la moda de rezar, fotografiar y la vela de souvenir llevar. Celebramos la misa.
Luego a andar tras el pastor hacia la gruta, donde se aparecio la Virgen María a la niña Bernardette Soubirous a sus14 años.
Peregrinaciones desde entonces inundaron el lugar llevando a construir la linea del ferrocarril en 1866. En 1933 la niña fue canonizada, es Santa.
Miles de personas acuden a sus aguas termales buscando sanarse.
En una primera impresión que los visitantes que acuden, hasta los no devotos pueden sentirse especialmente concentrados en reflexion y soledad, sin embargo, en las dos calles principales, los negocios y locales inundados de objetos y souvenirs de marketing católico pueden desconectar, ese es un mensaje subliminal.
Venimos desde el boulevard de la Grotte y el Point Vieux, desde la Rue de la Grotte hacia la Basílica del Rosario de 1889 de estilo neobizantino con 15 capillas diferentes y decoradas, su catedral es preciosa y eclética, lo que nunca dejará indiferente al visitante, y la carga emocional siempre será abundante.
Porque la construcción de la basílica superior finalizo en 1875.
El histórico Castillo de la Colina muestra la fuerza de esa provincia en la Edad Media, residencia de los Condes de Bigorre y más tarde durante las guerras de religión fue prisión de hugonotes.
Nos ofrecen deliciosa comida como el venado, y las mermeladas son parte del estofado.
“Entre la yerbabuena la niña de mi corazón luce su Seda”
La Gruta imperdible a descubrir sin falta es la Grotte de Massabielle, Grotte des Apparitions, gruta humeda donde corre agua santa y acuden los turistas a buscar curación, peregrinos a rezar y a sus niños presentar con su vela prendida en sana intención.