Requiem. Mozart
Vamos a navegar al mar del Norte porque…
Recorrer La península de Baja California de Sur a Norte es un plan imperdible.
Ubicada a una latitud máxima Picacho del Diablo 3100 al cuadrado MSNM, la península de Baja California es mas larga que la bota de Italia, un oasis junto al mar a lo largo de sus dos costas el Océano Pacífico y el Golfo de California.
Se encuentra en dos estados, Baja California con su capital en Mexicali y Baja California Sur con su capital La Paz, y es una península que ofrece infinitas aventuras y sitios históricos como las Misiones a descubrir.
Los destinos de esta ruta están conectados por la espectacular carretera transpeninsular número 1 que recorre 1610 km sobre el bello desierto.
Estamos en la Región Noroeste de México colindando con el estado de California en Estados Unidos de Norteamérica y al Sur con Baja California Sur.
La parte norte es Tijuana- su ciudad mas poblada- pero vamos a Tecate, donde la gastronomía nativa y orgánica alegra los sentidos.
La sensación de un viaje en estas latitudes es relajada, y eco, un privilegio.
¡La bahía de los ángeles es punto de reunión de la ballena gris que viene desde Alaska para nadar en la costa Baja californiana entre diciembre y abril, una cita indispensable para inspirarse!
Caminamos en un paisaje de desierto montaña y mar…
Aquí se encuentra la Misión de San Francisco de Borja de Adac para empezar.
Porque desde el siglo XVII hasta el XIX frailes Dominicos y Franciscanos fundaron Misiones para evangelizar a las culturas indígenas que en ella habitaban -Paipai,Kiliwa,Kumai y Cochimí-.
Estas se encuentran en un amplio sendero a través del desierto llamado el camino real misionero de las Californias, que enlazaba las Misiones que son en total14.
A través de la península, en esta área geográfica se encuentran: Santa Gertrudis la Magna, San Fernando de Velicatá, Nuestra señora del santísimo Rosario de Viñadaco, Santo Domingo de la frontera, San Vicente Ferrer, San Miguel Arcángel de la frontera y la Misión de San Francisco de Borja Adac.
Hacia Ensenada la semejanza del clima mediterráneo con Baja California ha permitido con éxito el cultivo de la vid en esta tierra, sus vinos son reconocidos en todo el mundo por su frescura y originalidad.
A saber que cultivan con esmero el 90% del vino nacional, es en esta zona entre Tecate y Ensenada a lo largo de los valles de Guadalupe donde se encuentran las casas vitivinícolas nuevas como el Cielo o Adobe y las grandes como Santo Tomas, o Monte Xanic donde es posible catar a través de recorridos turísticos culturales necesarios para el cuerpo y alma.
Ensenada es puerto de paso para las ballenas grises que se destaca como un referente de la bonanza gastronómica del país, con abundantes pescados y mariscos frescos recién traídos de altamar.
Imperdible visitar el Mercado Negro -ya sé que están pensando, pero es su nombre- famoso gracias a sus Chefs y turismo conocedor. ¡Aquí se encuentran varios locales para disfrutar de sus viandas más deliciosas!
Para despedirnos vamos a pescar en la hermosa bahía de todos santos para luego ir hacia
el sur de la ciudad, donde se ubica el geiser marino conocido como la Bufadora, se trata de una cueva en el mar entre rocas, que cuando expulsa agua hace un sonido que parece el de un animal furioso, casi una metáfora electoral.
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